2009/05/17

Sin la mujer, no hay revolución

Ya en la primavera de 1968 están activos en la República Federal grupos de mujeres que trabajan específicamente sobre la propia condición de opresión y explotación, sobre la crítica radical a los roles familiares y sociales, sobre la desigualdad entre los sexos. Muchas veces la investigación práctica y teórica de estos grupos se entrelaza con la experiencia de las comunas y de la educación antiautoritaria. Es más concretamente en Berlín, la ciudad más a la vanguardia en el terreno de la contra-cultura, donde opera la Aktionsrat zur Befreiung der Frauen, asociación compuesta unicamente por mujeres pertencientes también al SDS berlinés, y constituida desde los primeros meses del año. Y será este grupo el que origine el conflicto durante un congreso de delegados del SDS en septiembre y luego en noviembre de 1968. Era inaceptable la exclusión casí total de las mujeres en la reunión de la organización. Como tampoco se podía tolerar la relación de subordinación en que se encontraban en las demás actividades del SDS. Durante el congreso de septiembre, la portavoz del Aktionsrat, Helke Sander, expuso una larga resolución en la que se denunciaba la marginación de las mujeres en las estructuras y en el trabajo del SDS, así como el carácter tradicional, patriarcal y jerárquico de las relaciones privadas con los compañeros. La intervención dejó totalmente indiferente al público masculino de la asamablea. Fue entonces que algunas mujeres reaccionaron lanzando tomates contra la mesa de la presidencia. Esta acción tuvo resonancia incluso en prensa, y significa el inicio de un movimiento feminista autónomo que se reúne y discute por separado. En seguida despues del congreso de septiembre se fundan en diferentes ciudades los Weiberräte (consejos de mujeres), los cuales retoman la polémica contra el machismo de la organización durante el congreso de noviembre, el cual elegirá en su directiva federal únicamente a una mujer, la portavoz del Weiberrat de Frankfurt, Monika Steffen.
La protesta de las mujeres durante el otoño del '68 ha sido considerada posteriormente el acta fundacional del movimiento feminista alemán. Ciertamente asestó un golpe definitivo a la ya precaría hegemonía del SDS sobre el movimiento estduiantil y sobre el área de oposición extraparlamentaria.